Dark side, dark side, dark side. Laura Soto, veintiocho, dark side, dark side, dark side. Nervios, temblor, terremoto en los pies, revuelto de sesos. Medicinas, doctor, un poco de esfuerzo en la conciencia. Reconciliación, paz, amor… dark side, dark side, dark side. Mi cara en el espejo, rostro de dos colores, de dos lados, bipolar. Cabellos erizados, arrugas profundas, desvelo, miedo. La rabia que hace girar los ojos, el exorcismo vivo, la crema que está acabando y su envase que habla con voz lenta de diablo, me mira y pronuncia un nombre raro como de película inglesa… vaaaa yeeersss dooorffff.
La imaginación es tanta que no le deja espacio a la memoria. Vienen rastros, el ying que pelea con el yang, Batman y Robin en la ciudad oscura, Gatúbela, la Batichica, las miradas de odio, las películas inglesas de nuevo y la voz en mi mente que me dice… precioooosooo.
Gemidos de palomas en el techo, cucarachas por el suelo, ratas en la alcantarilla. Apaga la tele, mucha realidad poca imaginación. Las palabras cruzan aceleradas como escapando de una voz intensa. Faltó remedio, faltó amor, faltó la plata para comprar las tabletas del mes. Dark side, dark side, dark side.
La mirada perdida y al mismo tiempo absorta. Las pupilas clavadas en lo bajo como observando las propias pestañas convertidas en garras de acero. Una mirada mecánica. Dark side, dark side, dark side. La sala está casi vacía, resalta en su vista una señora muy linda sonriente y vestida de blanco que mira desde un portarretratos. Lady Di, Sor Juana Inés de la Cruz, la mujer maravilla… ¿mamá?
Blanco contra negro de nuevo, imágenes del pasado, algunos recuerdos, la leche caliente, la lanchera, los besos de despedida antes de entrar al colegio. Calor, amor, ternura, blanco de nuevo. Frases, proverbios, dichos en la mente. Haz el bien sin mirar a quién, el que quiere celeste que le cueste, mis mediecitas me aprietan mis zapatitos me hacen calor y esa señora del frente me tiene loca de amor.
Llueve, quema, caen lágrimas. Imágenes violentas en la mente, vasos de whisky, revolver, gritos. Dark side, dark side, dark side. Los dedos que se mueven ágiles como tijeras filosas. El viejo detestable se mece en la hamaquera con la mirada ya casi dormida. El corazón palpita jubiloso, llueve, el rio está crecido, la luna está llena.
Alegría, tristeza, psicosis. Inglés, francés, piano, ballet. La novena sinfonía de Beethoven palpitando dentro de mis venas. La voz blanca que dice la venganza nunca es buena mata el alma y envenena. Tarantino, el padrino, mi padre. Su mirada oscura que me abraza, me posee, me doma como a bicho. El recuerdo de mi madre flotando en el río. Mi voz dulce susurra al oído mientras el cuchillo clava al pecho esto no es venganza, es justicia.
Alegría, tristeza, éxtasis, orquestas, bailes, sinfonías. El canto alegre que se hará melancolía. Un último abrazo oscuro, el pecho que empuja la daga al fondo y un orgasmo de odio que se expande por el cuerpo como eco… dark side, dark side, dark side.
